Hoy te voy a hablar de uno de los mayores misterios de la historia: el Arca de la Alianza; un enigma que ha cautivado a la humanidad durante milenios y que ha sido objeto de todo tipo de leyendas. Para entender mejor esta historia y los motivos por los que este cofre está envuelto en misterio y fascinación, tenemos que adentrarnos necesariamente en lo que se describe en la Antiguo Testamento y retroceder hasta el tiempo de Moisés. Así que, déjame que dedique estos primeros minutos en explicarte el origen de todo esto. El Arca de la Alianza, también es conocida como Arca del Pacto o Arca del Testimonio. Se trataba de un cofre sagrado que, según la creencia judía y cristiana, albergaba las Tablas de la Ley y simbolizaba la presencia y el poder de Dios entre su pueblo. Abraham es identificado como el padre de la Fe judía, cristiana y musulmana, las conocidas como religiones abrahámicas. Abraham vivió entre el año 2166 y el 1991 a.C. y es reconocido en todas ellas como el iniciador de la alianza entre Dios y la humanidad a través de su descendencia, representando la fe, la obediencia y unidad de los pueblos bajo un mismo Dios. Abraham tuvo varios hijos, pero de entre ellos destacan dos: por un lado Ismael, nacido de su unión con Agar, su esclava egipcia. Por el otro, Isaac, nacido de su esposa Sara cuando ambos eran ancianos; ya que Sara tenía 90 años y Abraham 100 años. Este es el punto de unión entre las religiones musulmana, judía y cristiana. Mientras que Ismael es considerado el ancestro de Mahoma (el fundador del Islam), Isaac fue el padre de Jacob, el primer patriarca del pueblo de Israel. Jacob tuvo 12 hijos, y alrededor del 1600 a.C, él y todos sus descendientes se vieron en la necesidad de emigrar a Egipto para huir de una gran hambruna que duró varios años y que afectó a un territorio muy extenso, el cual abarcaba los actuales Israel, Palestina, Jordania occidental, el sur de Siria y el norte de Egipto. Los hebreos fueron bien recibidos por el faraón, porque eran conocidos por su habilidad en la agricultura y en otros oficios que le eran necesarios en aquel momento, pero sobre todo por el respeto y confianza que sentía por José, un hebreo que era el hijo predilecto de Jacob y que había llegado años antes a Egipto como esclavo, después de haber sido vendido por sus propios hermanos. José había logrado ser liberado y, con sus habilidades, había ascendido poco a poco hasta llegar a ser administrador de la tierra del faraón. Su capacidad para interpretar las señales le permitió predecir con suficiente antelación el episodio de hambruna, lo que salvó a Egipto de ella. Los hebreos permanecieron en Egipto durante unos 430 años y fueron respetados al principio, sin embargo, durante ese tiempo su comunidad creció de manera considerable en número y en influencia, lo que provocó el temor de los egipcios, quienes empezaron a verlos como una amenaza y acabaron por someterlos a la esclavitud y a la opresión. Para controlar su número creciente y mantenerlos bajo control, el faraón dio la orden de que todos los varones hebreos recién nacidos fueran asesinados. Es entonces cuando la hebrea Jochebed ocultó a su hijo en una cesta y lo abandonó en el Nilo para salvarlo. El niño fue rescatado por la hija del faraón, lo adoptó y lo nombró Moisés, quien creció como parte de su familia desconociendo por completo su procedencia. Con el tiempo, acabó sabiéndola y finalmente eso le llevó a revelarse contra el faraón por su crueldad con su pueblo de origen, por lo que fue desterrado, regresando posteriormente y liberándolo con el poder que le otorgó Dios. El resto de lo que sucedió con el retorno de Moisés, las siete plagas de Egipto, la muerte del hijo del faraón y la división del Mar Rojo para escapar de su persecución, seguro que la conoces. Un año después de la liberación de su pueblo y de haber iniciado una larga travesía hacia la tierra prometida, Moisés sintió una llamada pidiéndole subir en solitario al Monte Sinaí. Así que, abandonó el campamento y subió a la montaña, dejando al mando a su hermano Aarón. Allí permaneció durante 40 días y 40 noches en presencia de Dios. Según esa historia, durante el tiempo que estuvo allí, recibió instrucciones precisas para liderar a su pueblo, estableciendo un pacto. Como parte de ese pacto, le fueron entregadas unas tablas de piedra donde estaban grabados lo que se conoce como los Diez Mandamientos. Los mandamientos serían las leyes y principios morales, éticos y religiosos que deberían ser respetados por su pueblo y que aún hoy son aplicados en el cristianismo y en el judaísmo. Moisés, cuando bajó del Monte Sinaí y regresó al campamento con las tablas, se encontró con graves actos de desobediencia a los dictámenes de Dios que se habían producido durante su larga ausencia, entre ellos la idolatría a un becerro de oro que el pueblo había ordenado construir a su hermano Aarón ...